sábado, 2 de mayo de 2009


Hoy de nuevo el mundo se ha derrumbado a mis pies, algo a lo que quizás ya debería estar acostumbrada, pero no, es como un puñal frio, recto, que se clava. Como me gustaría huir, escapar, esconderme, incluso de mi misma. No quiero pensar, no quiero acordarme de todos esos fracasos, de todos esos malos momentos, ¡no quiero! Siempre veo a gente pedir ayuda, de una forma u otra, reclaman ayuda, hoy soy yo la que la necesita, mi mente es ese tormento que me lleva más allá del dolor, un dolor tan grande que se hace insoportable. Una nueva herida que no deseo que se convierta en cicatriz, me pregunto que abre hecho mal en mi vida,…quizás, seguro… ¡todo! Mi vida ya es un gran error, pero no aprendo a mejorarla, un ser humano sin remedio que no merece tener lo que tiene. No puedo seguir mendigando amor, ni cariño, ni tan siquiera amistad, necesito huir al un lugar en el que ni tan solo yo misma pueda encontrarme, necesito olvidar, ¡pero no puedo! Hay tantos recuerdos acumulados que nada puede hacer que los olvide, ¡nada! Es de esos momento en que hago un paréntesis, el paréntesis de mi vida, donde mi memoria me lleva tiempo atrás, un pasado con un presente, todo entremezclado, todo se ve muy oscuro, ¿cómo encontrar la luz? Es de esos días en que miro hacia delante un no hay nada, un gran vacío, un precipicio que me llama, yo solo quiero huir, dejar la tristeza, el dolor, el mal humor escapar cerrar los ojos y nunca despertar.

No hay comentarios: